Balada de la vuelta del juglar, de Luis Gonzaga Urbina | Poema

    Poema en español
    Balada de la vuelta del juglar

    A Rubén Campos 
     
    —Dolor: ¡qué callado vienes! 
    ¿Serás el mismo que un día 
    se fue y me dejó en rehenes 
    un joyel de poesía? 
    ¿Por qué la queja retienes? 
    ¿ Por qué tu melancolía 
    no trae ornadas las sienes 
    de rosas de Alejandría? 
    ¿Qué te pasa? ¿Ya no tienes 
    romances de «yoglería», 
    trovas de amor y desdenes, 
    cuentos de milagrería? 
    Dolor: tan callado vienes 
    que ya no te conocía... 

    Y él, nada dijo. Callado, 
    con el jubón empolvado, 
    y con gesto fosco y duro, 
    vino a sentarse a mi lado, 
    en el rincón más oscuro, 
    frente al fogón apagado. 
    Y tras lento meditar, 
    como en éxtasis de olvido, 
    en aquel mudo penar, 
    nos pusimos a llorar, 
    con un llanto sin rüido... 



    * * * 



    Afuera, sonaba el mar...