Poema de alquitrán, de Manu Cáncer | Poema

    Poema en español
    Poema de alquitrán

    Sobreviviste al barro de los mapas 
    y un silencio 
    de cárcel y dolor, inventado con prisa, 
    rompió tu juventud como un espejo amargo. 
    Desde siempre soñabas 
    que los trenes llegasen probablemente un día 
    al trigo verde de las tierras altas. 
    A veces no es difícil recordarte 
    en los rumores sordos 
    de aquel Bilbao mojado y diferente, 
    y en los días nublados de azul gris imposible. 
    Y tampoco es difícil 
    presentar tu energía, 
    escrita en muchas noches de trabajo 
    con la caligrafía más rotunda 
    del alquitrán templado. 
    No es posible llorarte sin recordar tu fe, 
    sin pedirle a la lluvia 
    responsabilidades: 
    con una sola lágrima 
    tú pudiste guiar 
    el rumbo de los barcos y la melancolía. 
    Y no te vi llorar. 
    En la ceniza azul quedaba tu figura 
    de hombros más bien cargados, 
    porque a partir de ahora 
    esta brisa primera de cada madrugada, 
    esta brisa será quien mejor sepa 
    que el tren de tu destino 
    ha llegado por fin 
    al trigo verde de las tierras altas. 

    Poema dedicado a su padre, que ha sido inscrito en parte en su lápida del Cementerio Civil de Madrid y que no figura en su libro póstumo. 

    • Sobreviviste al barro de los mapas 
      y un silencio 
      de cárcel y dolor, inventado con prisa, 
      rompió tu juventud como un espejo amargo. 
      Desde siempre soñabas 
      que los trenes llegasen probablemente un día 
      al trigo verde de las tierras altas. 

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