Como árboles, de Mario Benedetti | Poema

    Poema en español
    Como árboles

    Quién hubiera dicho 
    que estos poemas de otros 
    iban a ser 
    míos 

    después de todo hay hombres que no fui 
    y sin embargo quise ser 
    si no por una vida al menos por un rato 
    o por un parpadeo 

    en cambio hay hombres que fui 
    y ya no soy ni puedo ser 
    y esto no siempre es un avance 
    a veces es una tristeza 

    hay deseos profundos y nonatos 
    que prolongué como coordenadas 
    hay fantasías que me prometí 
    y desgraciadamente no he cumplido 
    y otras que me cumplí sin prometérmelas 

    hay rostros de verdad 
    que alumbraron mis fábulas 
    rostros que no vi más pero siguieron 
    vigilándome desde 
    la letra en que los puse 

    hay fantasmas de carne otros de hueso 
    también hay los de lumbre y corazón 
    o sea cuerpos en pena almas en júbilo 
    que vi o toqué o simplemente puse 
    a secar 
    a vivir 
    a gozar 
    a morirse 
    pero además está lo que advertí de lejos 

    yo también escuché una paloma 
    que era de otros diluvios 
    yo también destrocé un paraíso 
    que era de otras infancias 
    yo también gemí un sueño 
    que era de otros amores 

    así pues 
    desde este misterioso confín de la existencia 
    los otros me ampararon como árboles 
    con nidos o sin nidos 
    poco importa 
    no me dieron envidia sino frutos 

    esos otros están 
    aquí 

    sus poemas 
    son mentiras de a puño 
    son verdades piadosas 

    están aquí 
    rodeándome 
    juzgándome 
    con las pobres palabras que les di 

    hombres que miran tierra y cielo 
    a través de la niebla 
    o sin sus anteojos 
    también a mí me miran 
    con la pobre mirada que les di 

    son otros que están fuera de mi reino 
    claro 
    pero además 
    estoy en ellos 

    a veces tienen lo que nunca tuve 
    a veces aman lo que quise amar 
    a veces odian lo que estoy odiando 

    de pronto me parecen lejanos 
    tan remotos 
    que me dan vértigo y melancolía 
    y los veo minados por un duelo sin llanto 
    y otras veces en cambio 
    los presiento tan cerca 
    que miro por sus ojos 
    y toco por sus manos 
    y cuando odian me alegro de su rencor 
    y cuando aman me arrimo a su alegría 

    quién hubiera dicho 
    que estos poemas míos 
    iban a ser 
    de otros.

    Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920-Montevideo, 2009). Se educó en un colegio alemán y se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, contable, funcionario público y periodista. Autor de novelas, relatos, poesía, teatro y crítica literaria, publicó más de cincuenta libros y ha sido traducido a veintitrés idiomas. Fue galardonado con, entre otros, el Premio Reina Sofía de Poesía 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí 2000.