Así estamos consternados rabiosos aunque esta muerte sea uno de los absurdos previsibles
da vergüenza mirar los cuadros los sillones las alfombras sacar una botella del refrigerador teclear las tres letras mundiales de tu nombre en la rígida máquina que nunca nuca estuvo con la cinta tan pálida
vergüenza tener frío y arrimarse a la estufa como siempre tener hambre y comer esa cosa tan simple abrir el tocadiscos y escuchar en silencio sobre todo si es un cuarteto de Mozart
da vergüenza el confort y el asma da vergüenza cuando tú comandante estás cayendo ametrallado fabuloso nítido
eres nuestra conciencia acribillada
dicen que te quemaron con qué fuego van a quemar las buenas las buenas nuevas la irascible ternura que trajiste y llevaste con tu tos con tu barro
dicen que incineraron toda tu vocación menos un dedo
basta para mostrarnos el camino para acusar al monstruo y sus tizones para apretar de nuevo los gatillos
así estamos consternados rabiosos claro que con el tiempo la plomiza consternación se nos irá pasando la rabia quedará se hará mas limpia
estás muerto estás vivo estás cayendo estás nube estás lluvia estás estrella
donde estés si es que estás si estás llegando
aprovecha por fin a respirar tranquilo a llenarte de cielo los pulmones
donde estés si es que estás si estás llegando será una pena que no exista Dios
pero habrá otros claro que habrá otros dignos de recibirte comandante.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco? ¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo? también les queda no decir amén no dejar que les maten el amor recuperar el habla y la utopía ser jóvenes sin prisa y con memoria