Ella que pasa, de Mario Benedetti | Poema

    Poema en español
    Ella que pasa

    Paso que pasa 
    rostro que pasabas 
    qué más quieres 
    te miro 
    después me olvidaré 
    después y solo 
    solo y después 
    seguro que me olvido. 

    Paso que pasas 
    rostro que pasabas 
    qué más quieres 
    te quiero 
    te quiero sólo dos 
    o tres minutos 
    para quererte más 
    no tengo tiempo. 

    Paso que pasas 
    rostro que pasabas 
    qué más quieres 
    ay no 
    ay no me tientes 
    que si nos tentamos 
    no nos podremos olvidar 
    adiós. 

    Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920-Montevideo, 2009). Se educó en un colegio alemán y se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, contable, funcionario público y periodista. Autor de novelas, relatos, poesía, teatro y crítica literaria, publicó más de cincuenta libros y ha sido traducido a veintitrés idiomas. Fue galardonado con, entre otros, el Premio Reina Sofía de Poesía 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí 2000. 

    • Voy a cerrar los ojos en voz baja 
      voy a meterme a tientas en el sueño. 
      En este instante el odio no trabaja 
      para la muerte que es su pobre dueño 
      la voluntad suspende su latido 
      y yo me siento lejos, tan pequeño 
      que a Dios invoco, pero no le pido 

    • Se me ocurre que vas a llegar distinta 
      no exactamente más linda 
      ni más fuerte 
      ni más dócil 
      ni más cauta 
      tan solo que vas a llegar distinta 
      como si esta temporada de no verme 
      te hubiera sorprendido a vos también 
      quizá porque sabes 

    • Porque te tengo y no 
      porque te pienso 
      porque la noche está de ojos abiertos 
      porque la noche pasa y digo amor 
      porque has venido a recoger tu imagen 
      y eres mejor que todas tus imágenes 
      porque eres linda desde el pie hasta el alma 

    • Es un modo de crecer 
      en lo que dura un suspiro 
      o maneras de decir 
      de otra manera lo mismo 
      que nos enseñan la historia 
      las estaciones el río 
      una suerte de jugar 
      con formas y contenidos 
      y regla para quien quiera 

    • La verdad es que 
      grietas 
      no faltan 
      así al pasar recuerdo 
      las que separan a zurdos y diestros 
      a pequineses y moscovitas 
      a présbites y miopes 
      a gendarmes y prostitutas 
      a optimistas y abstemios 
      a sacerdortes y aduaneros 

    banner cuadrado de Audible
    banner horizontal de Audible