Colorado colorín ¡como alegras mi jardín sin un ave melodiosa, ni una hoja ni una rosa! Colorado colorín, canta, encántame sin fin. Bate, bate magistral la bolita de cristal o el levísimo clarín que, sin duda en el estuche de tu buche has metido, colorín. ¡Como alegras mi jardín!, donde ayer fui en verderol, y una rosa, y un jazmín, y en el que hoy tan solo hallo, hojas secas y verdín… Canta, encántame en un tallo de este desmayado so, colorado colorín. Colorado colorín, has llegado a mi jardín cuando todo esta sombrío… Cuando cae de un cielo cinc, una lluvia, como un rio con quejoso retintín. Las fontanas se han cuajado; tus hermanos se han marchado, y en el prado bajo un grande viento frio un sonido malhadada dan las hojas con orín --- ¡Pío!... ¡Pío, pío, pío!... ¡Colorado colorín!
Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío: claridad absoluta, transparencia redonda. Limpidez cuya extraña, como el fondo del río, con el tiempo se afirma, con la sangre se ahonda..
El último y el primero: rincón para el sol más grande, sepultura de esta vida donde tus ojos no caben. Allí quisiera tenderme para desenamorarme. Por el olivo lo quiero, lo percibo por la calle, se sume por los rincones
De sangre en sangre vengo, como el mar de ola en ola, de color de amapola el alma tengo, de amapola sin suerte es mi destino, y llego de amapola en amapola a dar en la cornada de mi sino.
Hoy estoy sin saber yo no sé cómo, hoy estoy para penas solamente, hoy no tengo amistad, hoy sólo tengo ansias de arrancarme de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato.
Un albañil quería... No le faltaba aliento. Un albañil quería, piedra tras piedra, muro tras muro, levantar una imagen al viento desencadenador en el futuro.