Tengo una serpiente entre las piernas un enigma en la cara Tengo una serpiente
Tengo una serpiente entre las piernas un enigma en la cara un as en la manga Tengo una serpiente entre las piernas un nudo en el cuello una aparente calma Un haz de luces que desdeña todo lo que los necios ven y piensan Un alma que sueña y que sueña Tengo una serpiente entre las piernas que muerde y envenena a los vivientes que emponzoña las pieles de las bestias Tengo una serpiente entre las piernas que anhela devorarte con su alma de fiera Soy aquella que se yergue en las tinieblas aquella que no posee sino sus garras y dientes y pese a todo quiere poseerte Yo soy aquella que desnuda se yergue a la desnuda luz de las estrellas y sobre los huesos de los muertos muere Porque tengo una serpiente entre las piernas como un río de fuego como un tenue demonio como un callado cielo Como un callado cielo