Lo queramos o no sólo tenemos tres alternativas: el ayer, el presente y el mañana.
Y ni siquiera tres porque como dice el filósofo el ayer es ayer nos pertenece sólo en el recuerdo: a la rosa que ya se deshojó no se le puede sacar otro pétalo.
Las cartas por jugar son solamente dos: el presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos porque es un hecho bien establecido que el presente no existe sino en la medida en que se hace pasado y ya pasó... como la juventud.
En resumidas cuentas sólo nos va quedando el mañana: yo levanto mi copa por ese día que no llega nunca pero que es lo único de lo que realmente disponemos.
La mujer imposible, la mujer de dos metros de estatura, la señora de mármol de carrara que no fuma ni bebe, la mujer que no quiere desnudarse por temor a quedar embarazada, la vestal intocable que no quiere ser madre de familia,
Los profesores nos volvieron locos a preguntas que no venían al caso cómo se suman números complejos hay o no hay arañas en la luna cómo murió la familia del zar ¿es posible cantar con la boca cerrada? quién le pintó bigotes a la Gioconda