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Walking around, de Pablo Neruda | Poema

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Poema en español
Walking around

Sucede que me canso de ser hombre. 
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines 
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro 
navegando en un agua de origen y ceniza. 

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos. 
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana, 
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines, 
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores. 

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas 
y mi pelo y mi sombra. 
Sucede que me canso de ser hombre. 

Sin embargo sería delicioso 
asustar a un notario con un lirio cortado 
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja. 
Sería bello 
ir por las calles con un cuchillo verde 
y dando gritos hasta morir de frío. 

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas, 
vacilante, extendido, tiritando de sueño, 
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra, 
absorbiendo y pensando, comiendo cada día. 

No quiero para mí tantas desgracias. 
No quiero continuar de raíz y de tumba, 
de subterráneo solo, de bodega con muertos 
ateridos, muriéndome de pena. 

Por eso el día lunes arde como el petróleo 
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel, 
y aúlla en su transcurso como una rueda herida, 
y da pasos de sangre caliente hacia la noche. 

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas, 
a hospitales donde los huesos salen por la ventana, 
a ciertas zapaterías con olor a vinagre, 
a calles espantosas como grietas. 

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos 
colgando de las puertas de las casas que odio, 
hay dentaduras olvidadas en una cafetera, 
hay espejos 
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto, 
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos. 

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos, 
con furia, con olvido, 
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia, 
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre: 
calzoncillos, toallas y camisas que lloran 
lentas lágrimas sucias. 

Pablo Neruda

Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto nació en Parral, Chile, el 12 de julio de 1904 conocido por el seudónimo y, más tarde, el nombre legal de Pablo Neruda, fue un poeta chileno, considerado uno de los mayores y más influyentes de su siglo, siendo llamado por el novelista Gabriel García Márquez «el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma». Entre sus múltiples reconocimientos destaca el Premio Nobel de Literatura en 1971. En 1917, publica su primer artículo en el diario La Mañana de Temuco, con el título de Entusiasmo y perseverancia. En esta ciudad escribió gran parte de los trabajos, que pasarían a integrar su primer libro de poemas: Crepusculario. En 1924 publica su famoso Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia del modernismo. En 1927, comienza su larga carrera diplomática en Rangún, Birmania. Será luego cónsul en Sri Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires, Barcelona y Madrid. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. Pregona su concepción poética de entonces, la que llamó «poesía impura», y experimenta el poderoso y liberador influjo del Surrealismo. En 1935, aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.

  • Poema 5. Para que tú me oigas, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    Para que tú me oigas 
    mis palabras 
    se adelgazan a veces 
    como las huellas de las gaviotas en las playas. 

    Collar, cascabel ebrio 
    para tus manos suaves como las uvas. 

  • Maestranzas de noche, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    Hierro negro que duerme, fierro negro que gime 
    por cada poro un grito de desconsolación. 

    Las cenizas ardidas sobre la tierra triste, 
    los caldos en que el bronce derritió su dolor. 

    Aves de qué lejano país desventurado 
    graznaron en la noche dolorosa y sin fin? 

  • Poema 2. En su llama mortal la luz te envuelve, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    En su llama mortal la luz te envuelve. 
    Absorta, pálida doliente, así situada 
    contra las viejas hélices del crepúsculo 
    que en torno a ti da vueltas. 

  • Si tú me olvidas, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    Quiero que sepas 
    una cosa. 

  • Poema 14. Juegas todos los días con la luz del universo, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    Juegas todos los días con la luz del universo. 
    Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua. 
    Eres más que esta blanca cabecita que aprieto 
    como un racimo entre mis manos cada día. 

  • Barrio sin luz, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    ¿Se va la poesía de las cosas 
    o no la puede condensar mi vida? 
    Ayer —mirando el último crepúsculo— 
    yo era un manchón de musgo entre unas ruinas. 

  • Déjame sueltas las manos, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    Déjame sueltas las manos 
    y el corazón, déjame libre! 
    Deja que mis dedos corran 
    por los caminos de tu cuerpo. 
    La pasión —sangre, fuego, besos— 
    me incendia a llamaradas trémulas. 
    Ay, tú no sabes lo que es esto! 

  • Agua sexual, de Pablo Neruda | Poema

    Pablo Neruda

    Rodando a goterones solos, 
    a gotas como dientes, 
    a espesos goterones de mermelada y sangre, 
    rodando a goterones, 
    cae el agua, 
    como una espada en gotas, 
    como un desgarrador río de vidrio, 
    cae mordiendo, 

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