No hay nadie aquí, y el cuerpo dice: todo lo dicho no debe ser dicho. Pero nadie es un cuerpo igualmente, y lo que el cuerpo dice nadie lo oye excepto tú.
Nevada y noche. La repetición de un asesinato entre los árboles. La pluma se mueve sobre la tierra: qué ocurrirá lo ignora, y la mano que la sostiene ha desaparecido.
No obstante, escribe. Escribe: en el principio, entre los árboles, un cuerpo vino caminando desde la noche. Escribe: la blancura del cuerpo es del color de la tierra. Es tierra, y la tierra escribe: todo es del color del silencio.
Yo no estoy aquí. Nunca he dicho lo que tú dices que he dicho. Y, cada noche, desde el silencio de los árboles, sabes que mi voz viene caminando hacia ti.
No hay nadie aquí, y el cuerpo dice: todo lo dicho no debe ser dicho. Pero nadie es un cuerpo igualmente, y lo que el cuerpo dice nadie lo oye excepto tú.