Entre incesantes, de Pedro Antonio de Alarcón | Poema

    Poema en español
    Entre incesantes

    Entre incesantes, 
    improvisas fiestas, 
    ¡cuán presto pasa el suspirado día 
    que bulliciosa turba en las florestas 
    consagrara al amor y la alegría! 
    ¡Cuán presto!... Ved. -La tarde moribunda 
    los párpados entorna en Occidente, 
    e inadvertida oscuridad profunda 
    va envolviendo al tropel indiferente... 
    Melancólico al fin lejos resuena 
    el toque de oración, eco de un mundo 
    que a Dios acude en su constante pena, 
    y, tétrica y medrosa, 
    la antes alegre turba bulliciosa 
    regresa a sus hogares 
    y al cotidiano afán de sus pesares. 

    ¡Pasó, y no volverá! ¡Pasó aquel día 
    de vano aturdimiento y de locura 
    que les dispuso en la enramada umbría 
    el genio del placer y la hermosura! 
    -Helos tornar entre la sombra oscura... 
    ¡Feliz aquel que vuelve aprisionado 
    en las redes de amor, y enamorada 
    ve a la prenda querida que a su lado 
    suspira por la luz de una mirada! 
    Pero, de tantas descuidadas risas, 
    de la danza frenética y del canto, 
    de los besos fiados a las brisas, 
    ¿qué más le resta que mortal quebranto 
    al que en su pobre corazón vacío 
    tan sólo siente el gotear del llanto 
    que lento infiltra el implacable hastío?