Los apuntes de Malte Laurids Brigge, de Rainer Maria Rilke - Alba Editorial

“El colorido y la plasticidad de las descripciones, la reproducción prolija y cuidadosa del trasfondo de la época y la asombrosa legibilidad son tres de los rasgos que distinguen este libro de un narrador tan sabio como sereno”. Marcel Reich-Ranicki. En 1902 Rainer Maria Rilke llegaba a París para conocer a Auguste Rodin, de quien acabaría siendo secretario durante un año. El disgusto y el sentimiento de desubicación que le produjo la ciudad le inspiraron un proyecto de novela que en principio iba a titularse Diario de mi otro yo. Pero ese 'otro yo' al que veremos pobre, atemorizado, sin familia ni amigos, deambulando por un París ruidoso y masificado, lleno de enfermos y mendigos que parece que le acosan, acabó convirtiéndose en el sujeto de un libro con un sentido de la composición inédito en su día pero que hoy −más de un siglo después− relacionaríamos con los llamados 'géneros fronterizos'. Los apuntes de Malte Laurids Brigge (1910) ha llegado a considerarse, según el poeta Hans Egon Holthusen, 'una de las obras más rupturistas de la literatura moderna'.
Tapa dura
210 x 140 mm
152 páginas
8490651647
9788490651643

Rainer Maria Rilke nació en Praga en diciembre de 1875. Estudió en uno de los mejores colegios de dicha ciudad y luego ingresó en una academia militar, que abandonó para estudiar letras y filosofía en las universidades de Praga, Munich y Berlín. De esa época datan sus primeros libros de poesía: Vida y canciones (1895), Coronado de sueño (1897) y Adviento (1898). Un viaje a Rusia en 1899 le inspiraría años más tarde sus conocidas Elegías del Duino (1922). La leyenda del amor y muerte del alférez Christoph Rilke y el libro Cuadernos de Malte Laurids Brigge atrajeron la atención de los críticos sobre él, especialmente en Francia, donde había residido y había trabado amistad con el escultor Auguste Rodin y el escritor André Gide. Tras la primera guerra mundial, en la que participó brevemente, viajó por varios países mediterráneos y finalmente se estableció en Suiza, donde publicaría los Sonetos a Orfeo, una de sus obras más conocidas. Murió en 1926.

Otras ediciones de esta obra