Te invito, de Teodoro Rubén Frejtman | Poema

    Poema en español
    Te invito

    Te invito a dar un paseo 
    por las esquinas del alma 
    donde yacen los valores 
    de un vientre que los resguarda. 
    No es necesaria etiqueta 
    con tu silueta ya alcanza 
    es muy breve el recorrido 
    y es pequeña la distancia. 
    Si lo prefieres, descalzo 
    si lo deseas, mañana 
    pero lleva tus alforjas 
    pues volverán muy cargadas... 

    Te invito a dar un paseo 
    por las veredas del alba 
    donde lucen compromisos 
    de páginas milenarias. 
    No hay altares, ni fronteras, 
    sólo sabor de esperanzas 
    y es justicia el alimento 
    que se ofrece en cada cuadra 
    desde jardines que riegan 
    la libertad, a sus anchas 
    mientras se nutre silente 
    de flores de militancia. 

    Te invito a dar un paseo 
    por los pasillos sin manchas 
    donde titilan estrellas 
    reinventando la mañana. 
    Anda, corre, date prisa, 
    que el tiempo se nos escapa 
    antes que nazcan misiles, 
    antes que suenen metrallas, 
    no ves que están encendidas 
    las conciencias que reclaman 
    desde un rincón escondido, 
    desde el suburbio y la plaza. 

    Te invito a dar un paseo 
    por esos patios de escarcha 
    donde los ríos de miedos 
    son ahora de guirnaldas. 
    Mojá tus pies en la orilla 
    que naturaleza paga... 
    no dejes que te confundan 
    las nubes de intolerancia 
    ni que te envuelvan los ruidos 
    de las metáforas falsas 
    que no respetan la vida 
    y discriminan las ansias. 

    Te invito a dar un paseo 
    como una vueltamanzana 
    donde se sueltan de soles 
    las praderas, las montañas. 
    El paisaje se construye 
    en un andar sin espaldas 
    con los abrazos del tiempo 
    sin violencia fermentaria 
    porque se viene la tierra 
    -que los espejos delatan- 
    y los acervos serenos 
    de cultura solidaria. 

    Te invito a dar un paseo 
    que a los dos nos hace falta... 

    • Te invito a dar un paseo 
      por las esquinas del alma 
      donde yacen los valores 
      de un vientre que los resguarda. 
      No es necesaria etiqueta 
      con tu silueta ya alcanza 
      es muy breve el recorrido 
      y es pequeña la distancia. 
      Si lo prefieres, descalzo