Ausencia, de Vinicius de Moraes | Poema

    Poema en español
    Ausencia

    Dejaré que muera en mí el deseo 
    de amar tus ojos dulces, 
    porque nada te podré dar sino la pena 
    de verme eternamente exhausto. 
    No obstante, tu presencia es algo 
    como la luz y la vida. 
    Siento que en mi gesto está tu gesto 
    y en mi voz tu voz. 
    No quiero tenerte porque en mi ser 
    todo estará terminado. 
    Sólo quiero que surjas en mí 
    como la fe en los desesperados, 
    para que yo pueda llevar una gota de rocío 
    en esta tierra maldita 
    que se quedó en mi carne 
    como un estigma del pasado. 
    Me quedaré... tu te irás, 
    apoyarás tu rostro en otro rostro, 
    tus dedos enlazarán otros dedos 
    y te desplegarás en la madrugada, 
    pero no sabrás que fui yo quien te logró, 
    porque yo fui el amigo más íntimo de la noche, 
    porque apoyé mi rostro en el rostro de la noche 
    y escuché tus palabras amorosas, 
    porque mis dedos enlazaron los dedos 
    en la niebla suspendidos en el espacio 
    y acerqué a mí la misteriosa esencia 
    de tu abandono desordenado. 
    Me quedaré solo como los veleros 
    en los puertos silenciosos. 
    Pero te poseeré más que nadie 
    porque podré irme 
    y todos los lamentos del mar, 
    del viento, del cielo, de las aves, 
    de las estrellas, serán tu voz presente, 
    tu voz ausente, tu voz sosegada.