Gratia plena, de Amado Nervo | Poema

    Poema en español
    Gratia plena

    Todo en ella encantaba, todo en ella atraía 
    su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar... 
    El ingenio de Francia de su boca fluía. 
    Era llena de gracia, como el Avemaría. 
    ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! 

    Ingenua como el agua, diáfana como el día, 
    rubia y nevada como Margarita sin par, 
    el influjo de su alma celeste amanecía... 
    Era llena de gracia, como el Avemaría. 
    ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! 

    Cierta dulce y amable dignidad la investía 
    de no sé qué prestigio lejano y singular. 
    Más que muchas princesas, princesa parecía: 
    era llena de gracia como el Avemaría. 
    ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! 

    Yo gocé del privilegio de encontrarla en mi vía 
    dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar 
    y cadencias arcanas halló mi poesía. 
    Era llena de gracia como el Avemaría. 
    ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! 

    ¡Cuánto, cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía; 
    pero flores tan bellas nunca pueden durar! 
    ¡Era llena de gracia, como el Avemaría, 
    y a la Fuente de gracia, de donde procedía, 
    se volvió... como gota que se vuelve a la mar!

    Amado Ruiz de Nervo Ordaz (1867-18709), fue un poeta y escritor mexicano, perteneciente al movimiento modernista. Fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, no pudo ser miembro de número por residir en el extranjero. Poeta, autor también de novelas y ensayos, al que se encasilla habitualmente como modernista por su estilo y su época, clasificación frecuentemente matizada por incompatible con el misticismo y tristeza del poeta, sobre todo en sus últimas obras, acudiéndose entonces a combinaciones más complejas de palabras terminadas en "-ismo", que intenta reflejar sentimiento religioso y melancolía, progresivo abandono de artificios técnicos, incluso de la rima, y elegancia en ritmos y cadencias como atributos del estilo de Nervo. El sonoro nombre de Amado Nervo, frecuentemente tomado por seudónimo, era en realidad el que le habían dado al nacer, tras la decisión de su padre de simplificar su verdadero apellido, Ruiz de Nervo. Él mismo bromeó alguna vez sobre la influencia en su éxito de un nombre tan adecuado a un poeta.