No te habrías preguntado, con enigmas de tu negrura Ecuatorial, cuál es tu nombre y qué secreto arcano te reservaron tus padres en la ahumada boca del Pico Isabelino...
Y... ya te colocas la soga de tu juventud tragando las balas finales de tus hermanos verdugos.
Y tu cuerpo soporta anónimas burlas de tantos ojos ciegos comiendo la libertad de tus huesos.
Mientras llevas confundido el último sueño de algodón, entre las tablas mudas de tu última cuna.
Voy con esta luz de rimas dejando flores estériles en las burbujas de tu sangre,
y poniendo, piadoso en cada carne de tu cuerpo destrozado las letras muertas de tu libertad.
No te habrías preguntado, con enigmas de tu negrura Ecuatorial, cuál es tu nombre y qué secreto arcano te reservaron tus padres en la ahumada boca del Pico Isabelino...