Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.
Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Hermano, escucha, escucha...
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Todos saben que vivo,
que mastico... y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de ferétro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.
Todos saben... Y no saben
que la Luz es tísica,
y la Sombra gorda...
Y no saben que el misterio sintetiza...
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.
Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.
César Vallejo, uno de los poetas hispanoamericanos más destacables del siglo XX, nació en Santiago de Chuco, Perú, en 1892. Estudió medicina, filosofía, derecho y ejerció el magisterio. Constantes en la obra de Vallejo son la solidaridad con el sufrimiento humano, su rebeldía contra la sociedad, la fe en la utopía revolucionaria y la muerte. En 1918 publicó Los heraldos negros, su primer libro de poemas, de influencia modernista. Fue encarcelado en 1920 al ser acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta. En ese tiempo escribió algunos de los poemas que formarían su segundo libro, Trilce. En 1923 se trasladó a Europa. Estuvo en París, en donde conoció a Gris, a Huidobro, fundó la revista Favorables París Poema y terminaría siendo expulsado por razones políticas. En Moscú conoció a Maiakovski. En 1931 se trasladó a España, se afilió al Partido Comunista y publicó Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin y su novela social Tungsteno. Al año siguiente regresó a París, en donde vivió de forma clandestina. Cuando estalló la Guerra Civil española, recogió fondos para la causa republicana y viajó a Madrid y Barcelona para participar en distintos congresos de escritores. Murió en París en 1938. Un año después se publicó su poema más político, España, aparta de mí este cáliz, y una recopilación de su obra poética con el título de Poemas humanos.