Masa, de César Vallejo | Poema

    Poema en español
    Masa

    Al fin de la batalla, 
    y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre 
    y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» 
    Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

    Se le acercaron dos y repitiéronle: 
    «¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» 
    Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

    Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, 
    clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» 
    Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

    Le rodearon millones de individuos, 
    con un ruego común: «¡Quédate hermano!» 
    Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

    Entonces todos los hombres de la tierra 
    le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; 
    incorporóse lentamente, 
    abrazó al primer hombre; echóse a andar...

    César Vallejo, uno de los poetas hispanoamericanos más destacables del siglo XX, nació en Santiago de Chuco, Perú, en 1892. Estudió medicina, filosofía, derecho y ejerció el magisterio. Constantes en la obra de Vallejo son la solidaridad con el sufrimiento humano, su rebeldía contra la sociedad, la fe en la utopía revolucionaria y la muerte. En 1918 publicó Los heraldos negros, su primer libro de poemas, de influencia modernista. Fue encarcelado en 1920 al ser acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta. En ese tiempo escribió algunos de los poemas que formarían su segundo libro, Trilce. En 1923 se trasladó a Europa. Estuvo en París, en donde conoció a Gris, a Huidobro, fundó la revista Favorables París Poema y terminaría siendo expulsado por razones políticas. En Moscú conoció a Maiakovski. En 1931 se trasladó a España, se afilió al Partido Comunista y publicó Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin y su novela social Tungsteno. Al año siguiente regresó a París, en donde vivió de forma clandestina. Cuando estalló la Guerra Civil española, recogió fondos para la causa republicana y viajó a Madrid y Barcelona para participar en distintos congresos de escritores. Murió en París en 1938. Un año después se publicó su poema más político, España, aparta de mí este cáliz, y una recopilación de su obra poética con el título de Poemas humanos.