Trilce, de César Vallejo | Poema

    Poema en español
    Trilce

    Hay un lugar que yo me sé 
    en este mundo, nada menos, 
    adonde nunca llegaremos. 

    Donde, aun si nuestro pie 
    llegase a dar por un instante 
    será, en verdad, como no estarse. 

    Es ese sitio que se ve 
    a cada rato en esta vida, 
    andando, andando de uno en fila. 

     Más acá de mí mismo y de 
    mi par de yemas, lo he entrevisto 
    siempre lejos de los destinos. 

    Ya podéis iros a pie 
    o a puro sentimiento en pelo, 
    que a él no arriban ni los sellos. 

    El horizonte color té 
    se muere por colonizarle 
    para su gran Cualquiera parte. 

    Mas el lugar que yo me sé, 
    en este mundo, nada menos, 
    hombreado va con los reversos. 

    -Cerrad aquella puerta que 
    está entreabierta en las entrañas 
    de ese espejo. -¿Está?- No; su hermana. 

    -No se puede cerrar. No se 
    puede llegar nunca a aquel sitio 
    do van en rama los pestillos.
     
    Tal es el lugar que yo me sé. 

    César Vallejo, uno de los poetas hispanoamericanos más destacables del siglo XX, nació en Santiago de Chuco, Perú, en 1892. Estudió medicina, filosofía, derecho y ejerció el magisterio. Constantes en la obra de Vallejo son la solidaridad con el sufrimiento humano, su rebeldía contra la sociedad, la fe en la utopía revolucionaria y la muerte. En 1918 publicó Los heraldos negros, su primer libro de poemas, de influencia modernista. Fue encarcelado en 1920 al ser acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta. En ese tiempo escribió algunos de los poemas que formarían su segundo libro, Trilce. En 1923 se trasladó a Europa. Estuvo en París, en donde conoció a Gris, a Huidobro, fundó la revista Favorables París Poema y terminaría siendo expulsado por razones políticas. En Moscú conoció a Maiakovski. En 1931 se trasladó a España, se afilió al Partido Comunista y publicó Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin y su novela social Tungsteno. Al año siguiente regresó a París, en donde vivió de forma clandestina. Cuando estalló la Guerra Civil española, recogió fondos para la causa republicana y viajó a Madrid y Barcelona para participar en distintos congresos de escritores. Murió en París en 1938. Un año después se publicó su poema más político, España, aparta de mí este cáliz, y una recopilación de su obra poética con el título de Poemas humanos.