En retrospectiva, de Charlotte Brontë | Poema

    Poema en español
    En retrospectiva

    Tejemos un red en la infancia, 
    una red de soleado aire, 
    creamos una primavera pequeña 
    de agua pura y fresca. 

    En la juventud sembramos la semilla, 
    cortamos la vara del almendro, 
    hemos crecido como el árbol añejo, 
    ¿nos hemos marchitado en el barro? 

    ¿Están desvanecidas, arruinadas, rotas? 
    ¿Se han evaporado en la arcilla? 
    La vida es una sombra oscura; 
    y sus alegrías flotan rápido en la distancia. 

    ¡Desvanecidas! La red sigue siendo de aire, 
    y así como sus pliegues se estremecen 
    en extraños tonos de claro carmesí, 
    profundo es el resplandor de su penumbra; 
    como la luz de un cielo italiano, 
    donde las nubes del ocaso duermen ociosas, 
    perdiendo lentamente el brillo del rubí. 

    La primavera yace debajo del musgo y la piedra, 
    su lujo tal vez no vuelva a brotar. 
    ¡Escucha! Tus dudas deben ser abandonadas 
    ¿es aquello un débil rugido cerrándose sobre ti? 
    La marea de las olas, donde las flotas armadas 
    cabalgan sobre la espuma, llora y sonríe 
    sobre un océano con miles de islas 
    al vislumbrar la ansiada costa. 

    La semilla en un tierra distante 
    se curva como un poderoso árbol, 
    la vara seca del almendro 
    ha tocado la eternidad. 
    Y vendrá un segundo milagro, 
    como el quebrado cetro de Aarón, 
    la humedad crecerá como la vida cálida, 
    tallo, flor y fruto, en trenzada corona 
    serán arrugados y lanzados lejos, 
    como pétalos que descansan en la tumba. 

    Sueña lo que el tiempo nos ha arrebatado 
    cuando la vida se encontraba arriba, 
    sueña con aquel súbito ladrón sobre nosotros, 
    como las salvajes estrellas que declinan 
    la revelación llegará ese mismo día, 
    subiendo con el brillante y fiero Sirio: 
    oh, así como tu creces, y como las escenas 
    cubren este mundo frío con oscuras formas, 
    mi espíritu se fortalece con cada cambio 
    antes de alzarme ante el Señor de las criaturas. 

    Cuando me senté bajo una extraña bóveda de árboles, 
    con la Nada como compañía, sin amor ni amigos, 
    mi corazón se volvió de pronto hacia ti, 
    y sentí tu amistad, un lazo suave sobre mis manos. 

    Charlotte Brontë (1816-1855) nació en Thornton, Yorkshire, la tercera hija de Patrick Brontë y Maria Branwell. En 1820 el padre fue nombrado vicario perpetuo de la pequeña aldea de Haworth, en los páramos de Yorkshire, y allí pasaría Charlotte casi toda su vida. Huérfanos de madre a muy corta edad, los cinco hermanos Brontë fueron educados por una de sus tías. En 1824, Charlotte, junto con sus hermanas Emily, Elizabeth y Maria, acudió a una escuela para hijas de clérigos, Elizabeth y Maria murieron ese mismo año, y Charlotte siempre lo atribuyó a las malas condiciones del internado. Estudiaría posteriormente en una escuela privada, donde ejerció asimismo como maestra, fue luego institutriz y maestra de nuevo en un pensionado de Bruselas, donde en 1842 estuvo interna con Emily. De vuelta a Haworth, en 1846 consiguió publicar un volumen de Poesías con sus hermanas Emily y Anne, con el seudónimo, respectivamente, de Currer, Ellis y Acton Bell. Su primera novela, El profesor, no encontró editor. Pero, como Currer Bell, publicó con éxito Jane Eyre. En 1848, mientras morían Emily y Anne, y su hermano Branwell, escribió Shirley, que sería publicada al año siguiente. Su última novela fue Vilette. Charlotte se casó con el reverendo A. B. Nicholls un año antes de morir.