Sueño, de Cristóbal de Castillejo | Poema

    Poema en español
    Sueño

    Yo, Señora, me soñaba 
    un sueño que no debiera: 
    que por mayo me hallaba 
    en un lugar do miraba 
    una muy linda ribera, 
    tan verde, florida y bella, 
    que de miralla y de vella, 
    mil cuidados deseché, 
    y con sólo uno quedé 
    muy grande, por gozar della. 
    Sin temor que allí podría 
    haber pesares ni enojos, 
    cuanto más dentro me vía, 
    tanto más me parecía 
    que se gozaban mis ojos. 
    Entre las rosas y flores 
    cantaban los ruiseñores, 
    las calandrias y otras aves, 
    con sones dulces, suaves, 
    pregonando sus amores. 
    Agua muy clara corría, 
    muy serena al parecer, 
    tan dulce si se bebía, 
    que mayor sed me ponía 
    acabada de beber. 
    Si a los árboles llegaba, 
    entre las ramas andaba 
    un airecico sereno, 
    todo manso, todo bueno, 
    que las hojas meneaba. 
    Buscando dónde me echar, 
    apartéme del camino, 
    y hallé para holgar 
    un muy sabroso lugar 
    a la sombra de un espino; 
    do tanto placer sentí 
    y tan contento me vi, 
    que diré que sus espinas 
    en rosas y clavellinas 
    se volvieran para mí. 
    En fin, que ninguna cosa 
    de placer y de alegría, 
    agradable ni sabrosa, 
    en esta fresca y hermosa 
    ribera me fallecía. 
    Yo, con sueño no liviano, 
    tan alegre y tan ufano 
    y seguro me sentía, 
    que nunca pensé que había 
    de acabarse allí el verano. 
    Lejos de mi pensamiento 
    desde a poco me hallé 
    que así durmiendo contento, 
    a la voz de mi tormento 
    el dulce sueño quebré; 
    y hallé que la ribera 
    es una montaña fiera, 
    muy áspera de subir, 
    donde no espero salir 
    de cautivo hasta que muera.