Íntima, de Delmira Agustini | Poema

    Poema en español
    Íntima

    Yo te diré los sueños de mi vida 
    en lo más hondo de la noche azul... 
    Mi alma desnuda temblará en tus manos, 
    sobre tus hombros pesará mi cruz. 

    Las cumbres de la vida son tan solas, 
    ¡tan solas y tan frías! Yo encerré 
    mis ansias en mí misma, y toda entera 
    como una torre de marfil me alcé. 

    Hoy abriré a tu alma el gran misterio; 
    ella es capaz de penetrar en mí. 
    En el silencio hay vértigos de abismos: 
    yo vacilaba, me sostengo en ti. 

    Muero de ensueños; beberé en tus fuentes 
    puras y frescas la verdad; yo sé 
    que está en el fondo magno de tu pecho 
    el manantial que vencerá mi sed. 

    Y sé que en nuestras vidas se produjo 
    el milagro inefable del reflejo... 
    En el silencio de la noche mi alma 
    llega a la tuya como un gran espejo. 

    ¡Imagina el amor que habré soñado 
    en la tumba glacial de mi silencio! 
    Más grande que la vida, más que el sueño, 
    bajo el azur sin fin se sintió preso. 

    Imagina mi amor, mi amor que quiere 
    vida imposible, vida sobrehumana, 
    tú sabes que si pesan, si consumen 
    alma y sueños de olimpo en carne humana. 

    Y cuando frente al alma que sentía 
    poco el azur para bañar sus alas 
    como un gran horizonte aurisolado 
    o una playa de luz, se abrió tu alma: 

    ¡Imagina! ¡Estrechar, vivo, radiante 
    el imposible! ¡La ilusión vivida! 
    Bendije a Dios, al sol, la flor, el aire, 
    ¡la vida toda porque tú eras vida! 

    Si con angustia yo compré esta dicha, 
    ¡bendito el llanto que manchó mis ojos! 
    ¡Todas las llagas del pasado ríen 
    al sol naciente por sus labios rojos! 

    ¡Ah! Tú sabrás mi amor; mas vamos lejos, 
    a través de la noche florecida; 
    acá lo humano asusta, acá se oye, 
    se ve, se siente sin cesar la vida. 

    Vamos más lejos en la noche, vamos 
    donde ni un eco repercuta en mí, 
    como una flor nocturna allá en la sombra 
    me abriré dulcemente para ti.

    Delmira Agustini, destacada poetisa uruguaya, adscrita al modernismo, que inauguró con su obra lírica la trayectoria de la poesía femenina del siglo XX en el continente sudamericano. Formó parte de la llamada generación de 1900. Su obra se vincula a la corriente modernista rioplatense, dominada mayoritariamente por hombres, y contó con la admiración de las principales figuras de la época como el propio Rubén Darío, Miguel de Unamuno y Manuel Ugarte. La tónica general de su poesía es erótica, con imágenes de honda belleza y originalidad. El mundo de sus poemas es sombrío y atormentado, con versos de una musicalidad excepcional. Su lirismo llega a profundidades metafísicas que contrastan con su juventud.