El ansia de los colores, de Edith Södergran | Poema

    Poema en español
    El ansia de los colores

    Porque soy pálida amo el rojo, el amarillo y el azul, 
    la gran blancura es melancólica como el crepúsculo 
        en la nieve, 
    como cuando la madre de Blancanieves a la ventana se sentaba 
        anhelando también para sí el rojo y el negro. 
    El ansia de los colores es el de la sangre. Si tienes sed 
        de belleza 
    cerrar debes los ojos y mirar en tu propio corazón. 
    Pero la belleza teme al día ya las miradas excesivas. 
    Pero la belleza no soporta el ruido ni los movimientos excesivos - no debes llevar tu corazón hasta los labios, 
    perturbar no debemos los nobles anillos de la soledad y del silencio, - 
    ¿se puede hallar algo más grande que un enigma sin resolver 
        y con extraños rasgos? 
    Taciturna seré toda mi vida, 
    una habladora es como el gárrulo arroyo que a sí mismo se traiciona, 
    un árbol solitario seré yo en la llanura, 
    los árboles del bosque perecen de ansia después de la tormenta, 
    debo estar sana de pies a cabeza y tener dorados rayos en la sangre, 
    debo ser inocente y pura como una llama de húmedos labios.