Porque soy pálida amo el rojo, el amarillo y el azul, la gran blancura es melancólica como el crepúsculo en la nieve, como cuando la madre de Blancanieves a la ventana se sentaba anhelando también para sí el rojo y el negro. El ansia de los colores es el de la sangre. Si tienes sed de belleza cerrar debes los ojos y mirar en tu propio corazón. Pero la belleza teme al día ya las miradas excesivas. Pero la belleza no soporta el ruido ni los movimientos excesivos - no debes llevar tu corazón hasta los labios, perturbar no debemos los nobles anillos de la soledad y del silencio, - ¿se puede hallar algo más grande que un enigma sin resolver y con extraños rasgos? Taciturna seré toda mi vida, una habladora es como el gárrulo arroyo que a sí mismo se traiciona, un árbol solitario seré yo en la llanura, los árboles del bosque perecen de ansia después de la tormenta, debo estar sana de pies a cabeza y tener dorados rayos en la sangre, debo ser inocente y pura como una llama de húmedos labios.
Porque soy pálida amo el rojo, el amarillo y el azul, la gran blancura es melancólica como el crepúsculo en la nieve, como cuando la madre de Blancanieves a la ventana se sentaba anhelando también para sí el rojo y el negro.