Durante tiempo y tiempo, mirando a las estrellas, entre dulces muchachas, flores azules, pájaros de colores, y otras circunstancias así de tiernas y conmovedoras, el poeta fue un erguido girasol celeste, deslumbrado en el vivo resplandor de la lejana e impasible belleza.
Durante tiempo y tiempo, mirando a las estrellas, entre dulces muchachas, flores azules, pájaros de colores, y otras circunstancias así de tiernas y conmovedoras, el poeta fue un erguido girasol celeste, deslumbrado en el vivo resplandor