Alma ausente, de Federico García Lorca | Poema

    Poema en español
    Alma ausente

    No te conoce el toro ni la higuera, 
    ni caballos ni hormigas de tu casa. 
    No te conoce el niño ni la tarde 
    porque te has muerto para siempre. 

    No te conoce el lomo de la piedra, 
    ni el raso negro donde te destrozas. 
    No te conoce tu recuerdo mudo 
    porque te has muerto para siempre. 

    El otoño vendrá con caracolas, 
    uva de niebla y monjes agrupados, 
    pero nadie querrá mirar tus ojos 
    porque te has muerto para siempre. 

    Porque te has muerto para siempre, 
    como todos los muertos de la Tierra, 
    como todos los muertos que se olvidan 
    en un montón de perros apagados. 

    No te conoce nadie. No. Pero yo te canto. 
    Yo canto para luego tu perfil y tu gracia. 
    La madurez insigne de tu conocimiento. 
    Tu apetencia de muerte y el gusto de tu boca. 

    La tristeza que tuvo tu valiente alegría. 
    Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, 
    un andaluz tan claro, tan rico de aventura. 
    Yo canto su elegancia con palabras que gimen 
    y recuerdo una brisa triste por los olivos.

    Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de junio de 1898 – camino de Víznar a Alfacar, 1936) fue un poeta y dramaturgo español, adscrito a la generación del 27. Desde pequeño entró en contacto con las artes a través de la música y el dibujo. En 1915 comenzó a estudiar Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Formó parte de El Rinconcillo, tertulia de los artistas granadinos, donde conoció a Manuel de Falla. Entre 1916 y 1917 realizó una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios, que inspiraron su primer libro Impresiones y paisajes (1918). En 1919 se instaló en la Residencia de Estudiantes de Madrid, coincidiendo con numerosos artistas e intelectuales como Luis Buñuel, Rafael Alberti o Salvador Dalí. Allí empezó a florecer su actividad literaria, con la publicación de obras como Libro de poemas (1921) o El maleficio de la mariposa (1920). En 1929 viajó a Nueva York por sugerencia de Fernando de los Ríos, plasmando este viaje en Poeta en Nueva York, que se publicaría cuatro años después de su muerte, en 1940. En 1931 fundó el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo mediante obras del Siglo de Oro. Otro viaje a Buenos Aires en 1933 hizo crecer más su popularidad con el estreno de Bodas de Sangre y a su vuelta a España, un año después, siguió publicando diversas obras como Yerma o La casa de Bernarda Alba. En 1936, al regresar a Granada, fue detenido y fusilado por sus ideas liberales.

    El poema aparece publicado en: