El canto de la miel, de Federico García Lorca | Poema

    Poema en español
    El canto de la miel

    La miel es la palabra de Cristo, 
    el oro derretido de su amor. 
    El más allá del néctar, 
    la momia de la luz del paraíso. 

    La colmena es una estrella casta, 
    pozo de ámbar que alimenta el ritmo 
    de las abejas. Seno de los campos 
    tembloroso de aromas y zumbidos. 

    La miel es la epopeya del amor, 
    la materialidad de lo infinito. 
    Alma y sangre doliente de las flores 
    condensada a través de otro espíritu. 

    (Así la miel del hombre es la poesía 
    que mana de su pecho dolorido, 
    de un panal con la cera del recuerdo 
    formado por la abeja de lo íntimo) 

    La miel es la bucólica lejana 
    del pastor, la dulzaina y el olivo, 
    hermana de la leche y las bellotas, 
    reinas supremas del dorado siglo. 

    La miel es como el sol de la mañana, 
    tiene toda la gracia del estío 
    y la frescura vieja del otoño. 
    Es la hoja marchita y es el trigo. 

    ¡Oh divino licor de la humildad, 
    sereno como un verso primitivo! 

    La armonía hecha carne tú eres,
    el resumen genial de lo lírico. 
    En ti duerme la melancolía, 
    el secreto del beso y del grito. 

    Dulcísima. Dulce. Este es tu adjetivo. 
    Dulce como los vientres de las hembras. 
    Dulce como los ojos de los niños. 
    Dulce como las sombras de la noche. 
    Dulce como una voz. O como un lirio. 

    Para el que lleva la pena y la lira, 
    eres sol que ilumina el camino. 
    Equivales a todas las bellezas, 
    al color, a la luz, a los sonidos. 

    ¡Oh! Divino licor de la esperanza, 
    donde a la perfección del equilibrio 
    llegan alma y materia en unidad 
    como en la hostia cuerpo y luz de Cristo. 

    Y el alma superior es de las flores, 
    ¡Oh licor que esas almas has unido! 
    El que te gusta no sabe que traga 
    un resumen dorado del lirismo.

    Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de junio de 1898 – camino de Víznar a Alfacar, 1936) fue un poeta y dramaturgo español, adscrito a la generación del 27. Desde pequeño entró en contacto con las artes a través de la música y el dibujo. En 1915 comenzó a estudiar Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Formó parte de El Rinconcillo, tertulia de los artistas granadinos, donde conoció a Manuel de Falla. Entre 1916 y 1917 realizó una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios, que inspiraron su primer libro Impresiones y paisajes (1918). En 1919 se instaló en la Residencia de Estudiantes de Madrid, coincidiendo con numerosos artistas e intelectuales como Luis Buñuel, Rafael Alberti o Salvador Dalí. Allí empezó a florecer su actividad literaria, con la publicación de obras como Libro de poemas (1921) o El maleficio de la mariposa (1920). En 1929 viajó a Nueva York por sugerencia de Fernando de los Ríos, plasmando este viaje en Poeta en Nueva York, que se publicaría cuatro años después de su muerte, en 1940. En 1931 fundó el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo mediante obras del Siglo de Oro. Otro viaje a Buenos Aires en 1933 hizo crecer más su popularidad con el estreno de Bodas de Sangre y a su vuelta a España, un año después, siguió publicando diversas obras como Yerma o La casa de Bernarda Alba. En 1936, al regresar a Granada, fue detenido y fusilado por sus ideas liberales.