Charlot, de Gabriel Celaya | Poema

    Poema en español
    Charlot

    Hay un perro pequeñito 
    que te muerde el corazón; 
    pero está tan…, tan hambriento 
    que le regalas tu yo. 

    Se burlan de ti, se burlan 
    porque ofreces una flor 
    y una sonrisa, creyendo 
    que es la suprema razón. 

    Vas abriéndote camino 
    -molinete, tu bastón-; 
    mas tu hélice, aeroplano, 
    sólo rastrea el dolor. 

    El mundo es hosco y espeso, 
    pero salta el corazón, 
    se despega y toma vuelo 
    como un motor de explosión. 

    Tonto genial, pobre diablo, 
    ¿no eres tú la encarnación 
    evidente y no creíble 
    de Dios con hongo y bastón? 

    Se burlan de ti, se burlan, 
    y hay un tipo grandullón 
    y una muchacha bonito. 
    Mil tropiezos: ¡y el amor! 

    Sólo una mueca, el calambre 
    con que sacudes tu yo, 
    te sirve para salvarte. 
    ¡El resto es vida interior! 

    Y vas tirando –paciencia-, 
    curado de indignación, 
    y extrañado de que dejen 
    tomar, sin pagar, el sol.