Educar es lo mismo que poner un motor a una barca hay que medir, pesar, equilibrar… …y poner todo en marcha.
Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata… un poco de poeta… y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar mientras uno trabaja, que esa barca, ese niño, irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas. Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Se ha perdido un hombre calvo, de ojos claros. Se ignora su nombre. Ya no tiene años. Confunde su vida con lo que ha inventado. Viste como todos. No es ni alto ni bajo. // Se ha perdido un hombre que salió buscando algo cuyo nombre
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmado, como un pulso que golpea las tinieblas,