Ir al contenido principal

Navegación principal

  • Audiolibros en castellano
  • Autores
  • Canales de Youtube
  • +Info
Sobrescribir enlaces de ayuda a la navegación
  • Audiolibros en castellano
  • Gabriela Mistral
  • Sonetos de la muerte, de Gabriela Mistral | Poema

Sonetos de la muerte, de Gabriela Mistral | Poema

  • Audiolibros en castellano
  • Poema en español(solapa activa)
Poema en español
Sonetos de la muerte

I
 
Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
 
Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
 
Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.
 
Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!
 
II
 
Este largo cansancio se hará mayor un día,
y el alma dirá al cuerpo que no quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres, contentos de vivir...
 
Sentirás que a tu lado cavan briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente...
¡y después hablaremos por una eternidad!
 
Sólo entonces sabrás el por qué no madura
para las hondas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar, sin fatiga, a dormir.
 
Se hará luz en la zona de los sinos, oscura;
sabrás que en nuestra alianza signo de astros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir...
 
III
 
Malas manos tomaron tu vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él...
 
Y yo dije al Señor: -'Por las sendas mortales
le llevan. ¡Sombra amada que no saben guiar!
¡Arráncalo, Señor, a esas manos fatales
o le hundes en el largo sueño que sabes dar!
 
¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le siegas en flor'
 
Se detuvo la barca rosa de su vivir...
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú, que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!

Gabriela Mistral

Gabriela Mistral nació en Vicuña, Chile, en 1889, y murió en Nueva York en 1957. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1945 y el Premio Nacional de Literatura en 1951. Publicó los poemarios Desolación (1922), Ternura (1924), Tala (1938) y Lagar (1954). Póstumamente aparecieron Poema de Chile (1967) y Almácigo (2016), entre otros. Fue también una ensayista y cronista cuya importancia es reivindicada cada vez más. En esa línea, Lumen ha publicado Niña errante (2010), su correspondencia con Doris Dana, y Caminando se siembra. Prosas inéditas (2013).

  • Desolación, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    La bruma espesa, eterna, para que olvide dónde 
    me ha arrojado la mar en su ola de salmuera. 
    La tierra a la que vine no tiene primavera: 
    tiene su noche larga que cual madre me esconde. 

  • Meciendo, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    El mar sus millares de olas 
    mece divino. 
    Oyendo a los mares amantes, 
    mezo a mi niño. 

    El viento errabundo en la noche 
    mece los trigos. 
    Oyendo a los vientos amantes, 
    mezo a mi niño. 

  • Apegado a mí, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    Velloncito de mi carne 
    que en mis entrañas tejí, 
    velloncito tembloroso, 
    ¡duérmete apegado a mí! 

    La perdiz duerme en el trigo 
    escuchándola latir. 
    No te turbes por aliento, 
    ¡duérmete apegado a mí! 

  • Dulzura, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    Madrecita mía, 
    madrecita tierna, 
    déjame decirte 
    dulzuras extremas. 
    Es tuyo mi cuerpo 
    que juntaste en ramo; 
    deja revolverlo 
    sobre tu regazo. 
    Juega tú a ser hoja 
    y yo a ser rocío: 
    y en tus brazos locos 
    tenme suspendido. 

  • Ausencia, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    Se va de ti mi cuerpo gota a gota. 
    Se va mi cara en un óleo sordo; 
    se van mis manos en azogue suelto; 
    se van mis pies en dos tiempos de polvo. 

    ¡Se te va todo, se nos va todo! 

  • La maestra rural, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    La Maestra era pura. «Los suaves hortelanos», decía, 
    «de este predio, que es predio de Jesús, 
    han de conservar puros los ojos y las manos, 
    guardar claros sus óleos, para dar clara luz». 

  • Agua, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    Hay países que yo recuerdo 
    como recuerdo mis infancias. 
    Son países de mar o río, 
    de pastales, de vegas y aguas. 
    Aldea mía sobre el Ródano, 
    rendida en río y en cigarras; 
    Antilla en palmas verdi-negras 
    que a medio mar está y me llama; 

  • Doña Primavera, de Gabriela Mistral | Poema

    Gabriela Mistral

    Doña Primavera 
    viste que es primor, 
    viste en limonero 
    y en naranjo en flor. 

    Lleva por sandalias 
    unas anchas hojas, 
    y por caravanas 
    unas fucsias rojas. 

    Salid a encontrarla 
    por esos caminos. 
    ¡Va loca de soles 
    y loca de trinos! 

  • Cargar más
banner cuadrado de Audible
banner horizontal de Audible

Pie de página

  • Privacidad
  • Apoyar