Un pájaro me canta y yo le canto me gorgojea al oído y le gorgojeo me hiere y yo le sangro me destroza lo quiebro me deshace lo rompo me ayuda lo levanto lleno todo de paz todo de guerra todo de odio de amor y desatado gime su voz y gimo ríe y río y me mira y lo miro me dice y yo le digo y me ama y lo amo -no se trata de amor damos la vida- y me pide y le pido y me vence y lo venzo y me acaba y lo acabo.
Como ando por la casa diciéndote querido con fervorosa voz con desesperación de que pobre palabra no alcance a acariciarte a sacrificar algo a dar por ti la vida querido a convocarte a hacer algo por esto
Si muriera esta noche si pudiera morir si me muriera si este coito feroz interminable peleado y sin clemencia abrazo sin piedad beso sin tregua alcanzara su colmo y se aflojara si ahora mismo si ahora
Cuando una boca suave boca dormida besa como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de los labios y los párpados caen colmados de deseo tan silenciosamente como consiente el aire, la piel con su sedosa tibieza pide noches y la boca besada
Transparentes los aires, transparentes la hoz de la mañana, los blancos montes tibios, los gestos de las olas, todo ese mar, todo ese mar que cumple su profunda tarea, el mar ensimismado, el mar, a esa hora de miel en que el instinto