El olvido, de Idea Vilariño | Poema

    Poema en español
    El olvido

    Cuando una boca suave boca dormida besa 
    como muriendo entonces, 
    a veces, cuando llega más allá de los labios 
    y los párpados caen colmados de deseo 
    tan silenciosamente como consiente el aire, 
    la piel con su sedosa tibieza pide noches 
    y la boca besada 
    en su inefable goce pide noches, también. 

    Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves, 
    noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas, 
    en un aire hecho manos, amor, ternura dada, 
    noches como navíos... 

    Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa 
    sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora 
    el mundo le deviene un milagro lejano, 
    que le abren los labios aún hondos estíos, 
    que su conciencia abdica, 
    que está por fin él mismo olvidado en el beso 
    y un viento apasionado le desnuda las sienes, 
    es entonces, al beso, que descienden los párpados, 
    y se estremece el aire con un dejo de vida, 
    y se estremece aún 
    lo que no es aire, el haz ardiente del cabello, 
    el terciopelo ahora de la voz, y, a veces, 
    la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.