Llegaste a tiempo, de Jaime Sabines | Poema

    Poema en español
    Llegaste a tiempo

    Debí haberte encontrado diez años antes o diez años después. Pero llegaste a tiempo. 
    Antes, me hubiera gustado conocerte con libertad, sin restricciones. 
    Sin limites ni complejos. 
    Después, con calma y serenidad, 
    con paciencia y el tiempo que me permite la experiencia. 
    Te conocí a tiempo, a tiempo de encontrarte, 
    para saber que existías, para llenar mis ojos y mi boca de tu sabor. 
    Para encontrarnos en el mismo tiempo y espacio. 
    Para disfrutarte y que me disfrutes, 
    para tocarte y que me toques. 
    Para que supieras que yo estaba aquí para que me tomaras. 
    Y que me dejaras tomarte a ti 
    no fuiste antes ni después, fuiste a tiempo. 
    A tiempo para que me enamorara de ti.

    • Dulces muslos deseados, 
      íntima piel suave, 
      mujer en muslos dulces, 
      ¿dónde estás? ¿Qué ha quedado 
      de ti? Para mi boca 
      el aire calcinado. 
      Muslos de amor, 
      amantes, apretados, 
      tiernos, desnudos, sellados. 
      Esbeltos de mis ojos, 

    • Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos. 

    • Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras todo esto. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las tres de la mañana paseando de un lado a otro de la estancia, loco, lleno de ti, enamorado.

    • La luna se puede tomar a cucharadas 
      o como una cápsula cada dos horas. 
      Es buena como hipnótico y sedante 
      y también alivia 
      a los que se han intoxicado de filosofía. 
      Un pedazo de luna en el bolsillo 
      es mejor amuleto que la pata de conejo: 

    banner cuadrado de Audible
    banner horizontal de Audible