Daimón Atopón, de Jaime Siles | Poema

    Poema en español
    Daimón Atopón

    A Marifé y Pepe Piera 
     

       I 


    Se te puede buscar bajo un ciprés de espuma, 
    en los dedos del aire, metálico del sueño, 
    en un volcán de pájaros incendiados de nieve 
    o en las olas sin voz de los peces de plata. 

    Te ocultas en los ríos, 
    en las hojas de piedra, 
    en las lunas heladas. 
    Vives tras de las venas, 
    al borde de los dientes, 
    invisible en la sangre, desnuda, de la aurora. 

    Te he visto muchas veces arder en los cristales, 
    saltar en las pupilas, 
    consumirte en los ecos de un abismo innombrable. 

    Tu sombra me dio luz, 
    acarició mi frente, 
    se hizo cuerpo en mi boca. 
    Y tu mirada quema, relámpago de hielo, 
    humo en las cejas, 
    lava. 



       II 


    Árbol de olvido, tú, 
    cuerpo incesante, 
    paloma suspendida sobre el vértigo. 
    Hay una sal azul tras de tus cejas, 
    un mar de abierto fuego en tus mejillas 
    y un tic-tac indecible que me lleva 
    hasta un profundo dios hecho de espuma. 

    Y es otear el aire, 
    arañar el misterio, 
    acuchillar la sombra. 

    Y te voy descubriendo, 
    metálica mujer, entre el espino: 
    un murmullo de sangre transparente 
    en el rostro perdido del silencio. 



       III 


    Por ti la luz asciende a mediodía, 
    arena prolongada hasta mis labios, 
    hilo de tierra ardiente y presurosa 
    donde el espacio brota mas intenso. 

    Es un géiser de espuma, 
    de interrumpida lava, 
    de paloma incompleta 
    que multiplica el aire en dimensión de voces. 

    Todo es música, nota, diapasón. 
    Hasta los cuerpos, en la nada, suenan.