Ellas no te abandonarán. El tiempo pasará, se borrará el deseo -esta flecha de sombra- y los sensuales rostros, bellos e inteligentes, se ocultarán en ti, al fondo de un espejo. Caerán los años. Te cansarán los libros. Descenderás aún más e, incluso, perderás la poesía. El ruido de ciudad en los cristales acabará por ser tu única música, y las cartas de amor que habrás guardado serán tu última literatura.
Tienes la misma edad que yo tenía cuando empezaba a soñar en encontrarte. No sabía aún, igual que tú no lo has aprendido aún, que algún día el amor es esta arma cargada de soledad y de melancolía que ahora te está apuntando desde mis ojos.
Ellas no te abandonarán. El tiempo pasará, se borrará el deseo -esta flecha de sombra- y los sensuales rostros, bellos e inteligentes, se ocultarán en ti, al fondo de un espejo. Caerán los años. Te cansarán los libros. Descenderás aún más