Tienen los locos sueños donde traman elíseos de una secta. Y el salvaje vislumbra desde el sueño más profundo lo celestial. Es lástima que no hayan transcrito en una hoja o en vitela las sombras de esa lengua melodiosa y sin laurel transcurran, sueñen, mueran. Pues sólo la Poesía dice el sueño, con hermosas palabras salvar puede a la Imaginación del negro encanto y el mudo sortilegio. ¿Quién que vive dirá: 'no eres poeta si no escribes tus sueños'? Pues todo aquel que tenga alma tendrá también visiones y hablará de ellas si en su lengua es bien criado. Si el sueño que propongo lo es de un loco o un poeta tan sólo se sabrá cuando mi mano repose en la tumba.
Soñé que en un lugar estaba donde palmera, haya, mirto, sicomoro y plátano y laurel formaban bóvedas cerca de manantiales cuya voz refrescaba mi oído y donde el tacto de un perfume me hablaba de las rosas. Vi un árbol de boscaje recubierto por parras, campanillas, grandes flores (...)
Tienen los locos sueños donde traman elíseos de una secta. Y el salvaje vislumbra desde el sueño más profundo lo celestial. Es lástima que no hayan transcrito en una hoja o en vitela las sombras de esa lengua melodiosa
Mi alma es demasiado débil; sobre ella pesa, como un sueño inconcluso, la espera de la muerte y cada circunstancia u objeto es una suerte de decreto divino que anuncia que soy presa