Mediterráneo ayúdame
ayúdame ultramar
padre nuestro que estás en el agua
del tirreno
y del adriático gemelo
no me dejes vivir
tan sólo de carne y hueso
haz que despierte nuevamente
sin haber nunca dormido
haz que no llore nunca
haz que no muera nunca
haz que circule tu sonrisa
haz que no haya nada oscuro
nada amarillo
nada rojo
nada violeta ni verde
haz que amanezca nuevamente
esta ciudad que es tuya
y sin embargo es mía
esta ciudad que beso día y noche
como besaba lima en la niebla
y luego besé parís
y mañana besaré moscú
nueva york y tokio
londres y pekín
y enseguida besaré la luna
y más tarde marte
venus y saturno
y toda la vía láctea
hasta las últimas estrellas
mediterráneo ayúdame
ayúdame ultramar
lo vertiginoso
se apodera de mi cuerpo
resplandece entre mis brazos
baila con el sol en la azotea
y la luna en la cocina
la noche devastadora
es una máquina que brilla
una astronave de oro
una ecuación que avanza
avanza
avanza
y caen mil puertas de carne de hueso
y yo que corro corro corro
sigo corriendo todavía
y caen mil puertas más
tropiezo con una silla
huyo por las alcantarillas
salgo de los espejos
caigo ante columnas impalpables
y dolores de cabeza
me levanto
y caigo nuevamente
me levanto
y caigo nuevamente
entre las patas de los cerdos
finalmente
y lo vertiginoso es un muchacho
completamente inmóvil
una esfera solamente
una naranja quizás
todo en aras
de dulzuras que no existen
de nauseabundas criaturas
que gobiernan lo imposible
lo inesperado y lo inútil
ayúdame ultramar
ayúdame pez dorado
cae mi cuerpo de lo alto
de una cúpula sin vida
cae el sol y cae la luna
cae la norma
y ciudades y estatutos
caen las leyes
en racimos congelados
¿en dónde está mi doble
palpitante y escondido
mi corazón encogido
y su quejido?
¿en dónde está
en dónde está
mi corazón mi corazón
tambores bajo el tíber
trompetas en el foro
mi corazón mi corazón
mi corazón mi saxofón
mi saxofón mi corazón
mi coraxón mi saxozón
en dónde está
en dónde está
el corazón
de esta ciudad que es tu cuerpo
y es el mío
nuestro cuerpo
y nuestro río
nuestra iglesia
y nuestro abismo?
esta ciudad con casas
con restaurantes
con automóviles
con fábricas y cinemas
teatros y cementerios
y escandalosos
avisos luminosos
para anunciar a dios con insistencia
con deslumbrantes criaturas
de papel policromado
que devoran coca-cola
bien helada
con espantosos remates
de vestidos usados
sexo y acción
heroísmo y pasión
technicolor por doquier
con elegantes
señores que sonríen y sonríen
y operarios que trabajan y trabajan
con miserables avenidas
que huelen a ropa sucia
y miserable ropa sucia
que huele a puro mármol
(tal y cual como tu cuerpo
criatura
fabuloso bajo el ruido de mil klaxons
y motores encendidos)
' He aquí el amor.
Repito:
He aquí el amor.
¿Conoces tu cuerpo esfera de la noche
Esfera de la noche
Huracán solar conoces tu cuerpo
Conoces tu cuerpo conoces
Tu admirable cabeza tus piernas moviendo
El centro miserable
De mis ojos de oro
Mis ojos de oro de mirarte
De oro de soñarte
Mediterráneo ayúdame
ayúdame ultramar
padre nuestro que estás en el agua
del tirreno
y del adriático gemelo
no me dejes vivir
tan sólo de carne y hueso
haz que despierte nuevamente
sin haber nunca dormido
haz que no llore nunca
No tengo límites
Mi piel es una puerta abierta
Y mi cerebro una casa vacía
La punta de mis dedos toca fácilmente
El firmamento y el piso de madera
No tengo pies ni cabeza
Mis brazos y mis piernas
Son los brazos y las piernas
Si entre esferas me acuesto
Si entre esferas me despierto
Es porque tu sexo
Es porque mi sexo
Se parece tanto al mío
Se parece tanto al tuyo
Que no conozco nada
Que no conozco nada
Más oscuro ni más tibio
Habitaciones dolientes de esta casa mía entre los pinos
Cuyas puertas se abren con sed a las estrellas
Hay en ellas una madre y una esposa suave
Cuya permanencia en el polvo es como un viejo
Plato de frijoles, una nube o una fruta antigua.