Coral, de José María Álvarez | Poema

    Poema en español
    Coral

    El sacrificio ha sido favorable 
    Aristófanes 

     
    La gloria conquistada por los adolescentes 
    Píndaro 

     
    El otro día, hojeando un viejo álbum 
    de fotografías, 
     apareciste. En una playa 
    que ciega el sol (seguramente, 
    Le Lavandou), orgullosa y alegre 
     sobre las brasas 

    de aquel Verano. 

    Como un pinchazo 
    esa imagen me trae 
    algo de la pasión que sacudió esos días. 
    Contemplé largo rato la fotografía: 
    tus ojos dichosos, tu boca, esa 
    mano que 
    desenfocada 
    parece querer tapar el objetivo. 

    ¿Te das cuenta? No has envejecido. 
    Dios sabe dónde 
    estarás, ni siquiera si aún vives. Pero ahí, 
    ah cómo brilla 
    intacta 
    tu sonrisa, 
    los crepitantes ojos del deseo. 

    Te había olvidado. Pero ahora 
    que esa fotografía te devuelve, 
    me doy cuenta de cómo la memoria 
     generosa 
    te había guardado sin decírmelo 
    para darme algún día 
    este regalo. Poder casi tocar 
    un instante de felicidad. 

    Tanto se ha ido... 

     y entonces apareces 
    tú, 
    en esa playa de la juventud, 
    y me haces este regalo, 
     la posibilidad 
    de que viva en alguien el que fui, 
    la imagen deseada de quien era, 
    esa que hasta yo mismo ya he olvidado. 
    Porque igual que la otra tarde tú viniste 
    puede que alguna vez, si tu recuerdas esos días, 
    de ellos emerja un joven mediterráneo y sonriendo 
    y recuerdes el placer de esas horas 
    y algo de la pasión que entonces 
    abrasó nuestros cuerpos 
    aún te toque. 

    Gracias. 

    • El sacrificio ha sido favorable 
      Aristófanes 

       
      La gloria conquistada por los adolescentes 
      Píndaro 

       
      El otro día, hojeando un viejo álbum 
      de fotografías, 
       apareciste. En una playa 
      que ciega el sol (seguramente,