Poema del lejano, de Juan Carlos Mestre | Poema

    Poema en español
    Poema del lejano

    El que desterrado por la pobreza 
    vive sin corazón en lo lejano, 
    y a nada atiende como suyo 
    y es lóbrego y cansado bajo el cielo. 
    El que sale vencido de su casa 
    y lo arrastra la gente en su murmullo 
    y transcurre vacío por la calle 
    y se sienta delante de una máquina. 
    El doloroso de razón frente a la vida 
    que muere en la esperanza y no regresa. 
    A este que nadie ha despedido 
    y toma el tren un día hacia la aurora. 
    Nadie lo sabrá, su historia es triste 
    como un mar que nadie ha descubierto. 
    No ha querido mirar la primavera, 
    trabaja por volver, brotar un día 
    como el árbol florecido que en su huerto 
    daba sombra y destino a la mañana. 
    Pensaréis que el cielo habrá de perdonarlo, 
    pensaréis que el amor, 
    ciudad y pájaros y torres 
    sonará de nuevo campanas en sus ojos. 
    Pero él, que perdido en lo lejano 
    fue escombro de alameda, ha muerto. 
    No lo lloréis, 
    junto a aquel leño oscuro 
    brotaba un manantial honrado.    

    • El que desterrado por la pobreza 
      vive sin corazón en lo lejano, 
      y a nada atiende como suyo 
      y es lóbrego y cansado bajo el cielo. 
      El que sale vencido de su casa 
      y lo arrastra la gente en su murmullo 
      y transcurre vacío por la calle 

    • Yo tenía una libélula en el corazón como otros tienen una patria 
      a la que adulan con la semilla de los ojos. Verdaderamente 
      las especies de la verdad son cosas difíciles de creer, 
      extraños seres petrificados en la ternura como benignos nódulos 

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