Remembranzas, de Juan Ramón Jiménez | Poema

    Poema en español
    Remembranzas

    Recuerdo que cuando niño 
    me parecía mi pueblo 
    una blanca maravilla, 
    un mundo mágico, inmenso; 
    las casas eran palacios 
    y catedrales los templos; 
    y por las verdes campiñas 
    iba yo siempre contento, 
    inundado de ventura 
    al mirar el limpio cielo, 
    celeste como mi alma, 
    como mi alma sereno, 
    creyendo que el horizonte 
    era de la tierra el término. 
    No veía en su ignorancia 
    mi inocente pensamiento, 
    otro mundo más hermoso 
    que aquel mundo de mi pueblo; 
    ¡qué blanco, qué blanco todo!, 
    ¡todo qué grande, qué bello! 

    Recuerdo también que un día 
    en que regresé a mi pueblo 
    después de largos viajes, 
    me pareció un cementerio; 
    en su mezquina presencia 
    se agigantaba mi cuerpo; 
    las casas no eran palacios 
    ni catedrales los templos, 
    y en todas partes reinaban 
    la soledad y el silencio. 
    Extraña impresión sentía 
    buscando en mi pensamiento 
    la memoria melancólica 
    de aquellos felices tiempos 
    en que no soñaba un mundo 
    como el mundo de mi pueblo. 

    ¡Cuántas veces, entre lágrimas 
    con mis blancos días sueño, 
    y reconstruyo en mi mente 
    la visión de aquellos tiempos! 

    ¡Ay!, ¡quién de nuevo pudiera 
    encerrar el pensamiento 
    en su cárcel de ignorancia!, 
    ¡quién pudiera ver de nuevo 
    el mundo más sonriente 
    en el mundo de mi pueblo!

    Juan Ramón Jiménez (1881-1958) es un autor esencial para la poesía en lengua española. Sus propuestas estéticas marcan una línea divisoria entre el Romanticismo de Espronceda y Bécquer, bajo cuya influencia escribe sus primeros versos, y el Modernismo y las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX. Deslumbran en su poesía el rico caudal de sus luminosas imágenes y la profundidad conceptual y simbólica de sus versos. El exilio en América durante las décadas de los cuarenta y cincuenta enriquece su poesía, la cual adquiere una dimensión cósmica y mística sin precedentes en la tradición española. No en vano fue Premio Nobel de Literatura en 1956 por el conjunto de su obra.