Viento negro, luna blanca, de Juan Ramón Jiménez | Poema

    Poema en español
    Viento negro, luna blanca

    ... Par délicatesse 
    J'ai perdu ma vie. 
    A. Rimbaud 

     
    Viento negro, luna blanca. 
    Noche de Todos los Santos. 
    Frío. Las campanas todas 
    de la tierra están doblando. 

    El cielo, duro. Y su fondo 
    da un azul iluminado 
    de abajo, al romanticismo 
    de los secos campanarios. 

    Faroles, flores, coronas 
    —¡campanas que están doblando!— 
    ...Viento largo, luna grande, 
    noche de Todos los Santos. 

    ...Yo voy muerto, por la luz 
    agria de las calles; llamo 
    con todo el cuerpo a la vida; 
    quiero que me quieran; hablo 
    a todos los que me han hecho 
    mudo, y hablo sollozando, 
    roja de amor esta sangre 
    desdeñosa de mis labios. 

    ¡Y quiero ser otro, y quiero 
    tener corazón, y brazos 
    infinitos, y sonrisas 
    inmensas, para los llantos 
    aquellos que dieron lágrimas 
    por mi culpa! 
                 ... Pero, ¿acaso 
    puede hablar de sus rosales 
    un corazón sepulcrado? 
    —¡Corazón, estás bien muerto! 
    ¡Mañana es tu aniversario!— 

    Sentimentalismo, frío. 
    La ciudad está doblando. 
    Luna blanca, viento negro. 
    Noche de Todos los Santos.

    Juan Ramón Jiménez (1881-1958) es un autor esencial para la poesía en lengua española. Sus propuestas estéticas marcan una línea divisoria entre el Romanticismo de Espronceda y Bécquer, bajo cuya influencia escribe sus primeros versos, y el Modernismo y las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX. Deslumbran en su poesía el rico caudal de sus luminosas imágenes y la profundidad conceptual y simbólica de sus versos. El exilio en América durante las décadas de los cuarenta y cincuenta enriquece su poesía, la cual adquiere una dimensión cósmica y mística sin precedentes en la tradición española. No en vano fue Premio Nobel de Literatura en 1956 por el conjunto de su obra.