La niña sonríe: «¡Espera,
voy a cojer la muleta!»
Sol y rosas. La arboleda
movida y fresca, dardea
limpias luces verdes. Gresca
de pájaros, brisas nuevas.
La niña sonríe: «¡Espera,
voy a cojer la muleta!»
Un cielo de ensueño y seda,
hasta el corazón se entra.
Los niños, de blanco, juegan,
chillan, sudan, llegan:
«… nenaaa!»
La niña sonríe: «¡Espeeera,
voy a cojer la muleta!»
Saltan sus ojos. Le cuelga,
jirando, falsa, la pierna.
Le duele el hombro. Jadea
contra los chopos. Se sienta.
Ríe y llora y ríe: «¡Espera,
voy a cojer la muleta!»
¡Mas los pájaros no esperan:
los niños no esperan! Yerra
la primavera. Es la fiesta
del que corre y del que vuela…
La niña sonríe: «¡Espera,
voy a cojer la muleta!»