Agua, vida y tierra, de Julia de Burgos | Poema

    Poema en español
    Agua, vida y tierra

    Yo fui estallido fuerte de la selva y el río, 
    y voz entre dos ecos, me levanté en las cuestas. 
    De un lado me estiraban las manos de las aguas, 
    y del otro, prendíanme sus raíces las sierras. 

    Cuando mi río subía su caricia silvestre 
    en aventuras locas con el rocío y la niebla, 
    con el mismo amor loco que impulsaba mi sueño, 
    lejos de sorprenderlo, me hospedaba en las sierras. 

    Pero si alguna sombra le bajaba a los ojos, 
    me repetía en sus aguas hasta dar en la arena, 
    y era mi grito nuevo como un tajo en el monte 
    que anegaba las calles y golpeaba las puertas. 

    A veces la montaña se me vestía de flores 
    e iniciaba en mi talle curvas de primavera. 

    Quién sabe en qué mañana se apretaron mis años 
    sobre senos y muslos y caderas de piedra! 

    Se treparon mis ojos al rostro de los árboles 
    y fueron mariposas sus vivas compañeras: 
    así es como en los prados voy buscando las flores, 
    y alas pido en las almas que a mi vida se acercan. 

    Mis dedos arañaron la fuerza de los riscos, 
    y juraron ser índices de mis futuras vueltas; 

    por eso entre los cuerpos doblados de los hombres, 
    como puntales puros de orientación se elevan. 

    Yo fui estallido fuerte de la sierra y el río, 
    y crecí amando el río e imitando la sierra… 

    Una mañana el aire me sorprendió en el llano: 
    ya mi raíz salvaje se soltaba las riendas! 
    Pálidas ceremonias saludaron mi vida, 
    y una fila de voces reclamaron la prenda… 

    Mis labios continuaron el rumor de las fuentes 
    donde entrañé mis años y abastecí las venas. 
    De ahí mi voz de ahora, blanca sobre el lenguaje, 
    se tiende por el mundo como la dio la tierra!