La poesía destruye al hombre mientras los monos saltan de rama en rama buscándose en vano a sí mismos en el sacrílego bosque de la vida las palabras destruyen al hombre ¡y las mujeres devoran cráneos con tanta hambre de vida! Sólo es hermoso el pájaro cuando muere destruido por la poesía.
Dos atletas saltan de un lado a otro de mi alma lanzando gritos y bromeando acerca de la vida: y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siempre cómo se balancean los trapecios. Dos atletas saltan de un lado a otro de mi alma
Yo François Villon, a los cincuenta y un años gordo y corpulento, de labios color ceniza y mejillas que el vino amoratara, a una cuerda ahorcado lo sé todo acerca del pecado. Yo, François Villon, a una cuerda pendido