Otra boca besa la boca que mi boca ya no besa otras manos tocan las manos que mis manos ya no tocan otros ojos se miran en los ojos que ya no ven mis ojos
boca que te fuiste manos que se fueron ojos que se fueron
mi mano escribe el poema que mi boca no quiere repetir, no que mis ojos no quieren leer, no mi mano escribe el poema de tu boca (que tampoco repetirá tu boca) el poema de tus ojos (que tampoco leerán tus ojos) el poema de tus manos (que tus manos no tocarán)
se fue la boca, sí se fueron las manos, sí se fueron los ojos, sí
Dijo de los enterradores cosas francamente impublicables. Blasfemaba como un condenado y a sus pies un par de águilas lloraban pensando en las derrotas. En el entierro estaba Lautréamont, yo lo VI desde mi puesto en la cola:
Otra boca besa la boca que mi boca ya no besa otras manos tocan las manos que mis manos ya no tocan otros ojos se miran en los ojos que ya no ven mis ojos
boca que te fuiste manos que se fueron ojos que se fueron