«Las madres las hicieron miles de Blancanieves, cientos de Cenicientas y alguna Rapunzel; y por eso son lindas y de pisadas leves, y tienen la frescura de la col en la piel.
»Las madres las hicieron... o rubias o morenas, sus cabellos oscuros -alféizar de ventana- o con trenzas de oro; pero siempre tan llenas de besos en los labios, de noche y de mañana.
»Las madres las hicieron las buenas hadas juntas con la varita puesta sobre sus corazones, por eso nos contestan difíciles preguntas
y todo lo adivinan, y a todo dan razones. Las madres las hicieron de esta manera, así, con la varita mágica: ¡como te han hecho a ti!»
Amor, ya no te extraño, porque siempre te encuentro en la nube viajera, en el astro distante, en el rumor del mar, en el viviente centro de la flor que eclosiona, en el áureo levante.
«Las madres las hicieron miles de Blancanieves, cientos de Cenicientas y alguna Rapunzel; y por eso son lindas y de pisadas leves, y tienen la frescura de la col en la piel.
Dos de la madrugada. En trémula zozobra; los silencios, vivientes; la oscuridad sin borde; cuando la fuerza falta y la tristeza sobra, en soledad infinita para estar más acorde.