Arco iris, de Mario Benedetti | Poema

    Poema en español
    Arco iris

    A veces 
    por supuesto 
    usted sonríe 
    y no importa lo linda 
    o lo fea 
    lo vieja 
    o lo joven 
    lo mucho 
    o lo poco 
    que usted realmente 
    sea 

    sonríe 
    cual si fuese 
    una revelación 
    y su sonrisa anula 
    todas las anteriores 
    caducan al instante 
    sus rostros como máscaras 
    sus ojos duros 
    frágiles 
    como espejos en óvalo 
    su boca de morder 
    su mentón de capricho 
    sus pómulos fragantes 
    sus párpados 
    su miedo 

    sonríe 
    y usted nace 
    asume el mundo 
    mira 
    sin mirar 
    indefensa 
    desnuda 
    transparente 

    y a lo mejor 
    si la sonrisa viene 
    de muy 
    de muy adentro 
    usted puede llorar 
    sencillamente 
    sin desgarrarse 
    sin desesperarse 
    sin convocar la muerte 
    ni sentirse vacía 

    llorar 
    sólo llorar 

    entonces su sonrisa 
    si todavía existe 
    se vuelve un arco iris. 

    Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920-Montevideo, 2009). Se educó en un colegio alemán y se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, contable, funcionario público y periodista. Autor de novelas, relatos, poesía, teatro y crítica literaria, publicó más de cincuenta libros y ha sido traducido a veintitrés idiomas. Fue galardonado con, entre otros, el Premio Reina Sofía de Poesía 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí 2000. 

    • Voy a cerrar los ojos en voz baja 
      voy a meterme a tientas en el sueño. 
      En este instante el odio no trabaja 
      para la muerte que es su pobre dueño 
      la voluntad suspende su latido 
      y yo me siento lejos, tan pequeño 
      que a Dios invoco, pero no le pido 

    • Porque te tengo y no 
      porque te pienso 
      porque la noche está de ojos abiertos 
      porque la noche pasa y digo amor 
      porque has venido a recoger tu imagen 
      y eres mejor que todas tus imágenes 
      porque eres linda desde el pie hasta el alma 

    • El mar es un azar 
      qué tentación echar 
      una botella al mar 
      poner en ella por ejemplo un grillo 
      un barco sin velamen y una espiga 
      sobrantes de lujuria algún milagro 
      y un folio rebosante de noticias 
      poner un verde un duelo una proclama 

    • Yo digo ¿no? 
      esta mano 
      que escribe mil doscientos 
      y transporte 
      y Enero 
      y saldo en caja 
      que balancea el secante 
      y da vuelta la hoja 
      esta mano crispada en el apuro 
      porque se viene el plazo 
      y no hay tu tía 

    • Te espero cuando la noche se haga día, 
      suspiros de esperanzas ya perdidas. 
      No creo que vengas, lo sé, 
      sé que no vendrás. 
      Sé que la distancia te hiere, 
      sé que las noches son más frías, 
      Sé que ya no estás. 
      Creo saber todo de ti. 

    • La verdad es que 
      grietas 
      no faltan 
      así al pasar recuerdo 
      las que separan a zurdos y diestros 
      a pequineses y moscovitas 
      a présbites y miopes 
      a gendarmes y prostitutas 
      a optimistas y abstemios 
      a sacerdortes y aduaneros