Te espero, de Mario Benedetti | Poema

    Poema en español
    Te espero

    Te espero cuando la noche se haga día, 
    suspiros de esperanzas ya perdidas. 
    No creo que vengas, lo sé, 
    sé que no vendrás. 
    Sé que la distancia te hiere, 
    sé que las noches son más frías, 
    Sé que ya no estás. 
    Creo saber todo de ti. 
    Sé que el día de pronto se te hace noche: 
    sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices, 
    sé que soy un idiota al esperarte, 
    Pues sé que no vendrás. 
    Te espero cuando miremos al cielo de noche: 
    tu allá, yo aquí, añorando aquellos días 
    en los que un beso marcó la despedida, 
    Quizás por el resto de nuestras vidas. 
    Es triste hablar así. 
    Cuando el día se me hace de noche, 
    Y la Luna oculta ese sol tan radiante. 
    Me siento sólo, lo sé, 
    nunca supe de nada tanto en mi vida, 
    solo sé que me encuentro muy sólo, 
    y que no estoy allí. 
    Mis disculpas por sentir así, 
    nunca mi intención ha sido ofenderte. 
    Nunca soñé con quererte, 
    ni con sentirme así. 
    Mi aire se acaba como agua en el desierto. 
    Mi vida se acorta pues no te llevo dentro. 
    Mi esperanza de vivir eres tu, 
    y no estoy allí. 
    ¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás, 
    ¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti? 
    Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí. 
    Porque todas las noches me torturo pensando en ti. 
    ¿Por qué no solo me olvido de ti? 
    ¿Por qué no vivo solo así? 
    ¿Por qué no solo....

    Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920-Montevideo, 2009). Se educó en un colegio alemán y se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, contable, funcionario público y periodista. Autor de novelas, relatos, poesía, teatro y crítica literaria, publicó más de cincuenta libros y ha sido traducido a veintitrés idiomas. Fue galardonado con, entre otros, el Premio Reina Sofía de Poesía 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí 2000. 

    • Voy a cerrar los ojos en voz baja 
      voy a meterme a tientas en el sueño. 
      En este instante el odio no trabaja 
      para la muerte que es su pobre dueño 
      la voluntad suspende su latido 
      y yo me siento lejos, tan pequeño 
      que a Dios invoco, pero no le pido 

    • Porque te tengo y no 
      porque te pienso 
      porque la noche está de ojos abiertos 
      porque la noche pasa y digo amor 
      porque has venido a recoger tu imagen 
      y eres mejor que todas tus imágenes 
      porque eres linda desde el pie hasta el alma 

    • Se me ocurre que vas a llegar distinta 
      no exactamente más linda 
      ni más fuerte 
      ni más dócil 
      ni más cauta 
      tan solo que vas a llegar distinta 
      como si esta temporada de no verme 
      te hubiera sorprendido a vos también 
      quizá porque sabes 

    • El mar es un azar 
      qué tentación echar 
      una botella al mar 
      poner en ella por ejemplo un grillo 
      un barco sin velamen y una espiga 
      sobrantes de lujuria algún milagro 
      y un folio rebosante de noticias 
      poner un verde un duelo una proclama 

    • Yo digo ¿no? 
      esta mano 
      que escribe mil doscientos 
      y transporte 
      y Enero 
      y saldo en caja 
      que balancea el secante 
      y da vuelta la hoja 
      esta mano crispada en el apuro 
      porque se viene el plazo 
      y no hay tu tía 

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