Los formales y el frío, de Mario Benedetti | Poema

    Poema en español
    Los formales y el frío

    Quién iba a prever que el amor, ese informal 
    se dedicara a ellos tan formales 

    mientras almorzaban por primera vez 
    ella muy lenta y él no tanto 
    y hablaban con sospechosa objetividad 
    de grandes temas en dos volúmenes 
    su sonrisa, la de ella, 
    era como un augurio o una fábula 
    su mirada, la de él, tomaba nota 
    de cómo eran sus ojos, los de ella, 
    pero sus palabras, las de él, 
    no se enteraban de esa dulce encuesta 

    como siempre o como casi siempre 
    la política condujo a la cultura 
    así que por la noche concurrieron al teatro 
    sin tocarse una uña o un ojal 
    ni siquiera una hebilla o una manga 
    y como a la salida hacía bastante frío 
    y ella no tenía medias 
    sólo sandalias por las que asomaban 
    unos dedos muy blancos e indefensos 
    fue preciso meterse en un boliche 

    y ya que el mozo demoraba tanto 
    ellos optaron por la confidencia 
    extra seca y sin hielo por favor 
    cuando llegaron a su casa, la de ella, 
    ya el frío estaba en sus labios ,los de él, 
    de modo que ella fábula y augurio 
    le dio refugio y café instantáneos 

    una hora apenas de biografía y nostalgias 
    hasta que al fin sobrevino un silencio 
    como se sabe en estos casos es bravo 
    decir algo que realmente no sobre 

    él probó sólo falta que me quede a dormir 
    y ella probó por qué no te quedas 
    y él no me lo digas dos veces 
    y ella bueno por qué no te quedas 
    de manera que él se quedó en principio 
    a besar sin usura sus pies fríos, los de ella, 
    después ella besó sus labios, los de él, 
    que a esa altura ya no estaban tan fríos 
    y sucesivamente así 
    mientras los grandes temas 
    dormían el sueño que ellos no durmieron.

    Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920-Montevideo, 2009). Se educó en un colegio alemán y se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, contable, funcionario público y periodista. Autor de novelas, relatos, poesía, teatro y crítica literaria, publicó más de cincuenta libros y ha sido traducido a veintitrés idiomas. Fue galardonado con, entre otros, el Premio Reina Sofía de Poesía 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí 2000. 

    • Voy a cerrar los ojos en voz baja 
      voy a meterme a tientas en el sueño. 
      En este instante el odio no trabaja 
      para la muerte que es su pobre dueño 
      la voluntad suspende su latido 
      y yo me siento lejos, tan pequeño 
      que a Dios invoco, pero no le pido 

    • Porque te tengo y no 
      porque te pienso 
      porque la noche está de ojos abiertos 
      porque la noche pasa y digo amor 
      porque has venido a recoger tu imagen 
      y eres mejor que todas tus imágenes 
      porque eres linda desde el pie hasta el alma 

    • El mar es un azar 
      qué tentación echar 
      una botella al mar 
      poner en ella por ejemplo un grillo 
      un barco sin velamen y una espiga 
      sobrantes de lujuria algún milagro 
      y un folio rebosante de noticias 
      poner un verde un duelo una proclama 

    • Se me ocurre que vas a llegar distinta 
      no exactamente más linda 
      ni más fuerte 
      ni más dócil 
      ni más cauta 
      tan solo que vas a llegar distinta 
      como si esta temporada de no verme 
      te hubiera sorprendido a vos también 
      quizá porque sabes 

    • Yo digo ¿no? 
      esta mano 
      que escribe mil doscientos 
      y transporte 
      y Enero 
      y saldo en caja 
      que balancea el secante 
      y da vuelta la hoja 
      esta mano crispada en el apuro 
      porque se viene el plazo 
      y no hay tu tía 

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