Romance de barco y junco El junco de la rivera y el doble junco del agua, en el país de un estanque donde el día se mojaba, donde volaban, inversas, palomas de inversas alas.
El junco batido al viento -estrella de seda y plata- le daba la espalda al cielo y hacia el cielo se curvaba, como un dibujo salido de un biombo de puertas claras.
El estanque era un océano para mi barco pirata: mi barco que por las tardes en un lucero se anclaba, mi barco de niño pobre que me trajeron por pascua y que hoy surca este romance con velas anaranjadas.
Estrella de marineros, en junco al barco guiaba. El viento azul que venía dolorido de fragancias, besaba de lejanías mis manos y mis pestañas y era caricia redonda sobre las velas combadas.
Al río del pueblo, un día, llevé mi barco pirata. lo dejé anclado en la orilla para hacerle una ensenada; mas lo llamó la corriente con su telégrafo de aguas y huyó pintando la tarde de letras anaranjadas.
Dos lágrimas me trizaron las pupilas desoladas. en la cubierta del barco se fue, llorando, mi infancia.
Tierra, como si fueras mi corazón, te quiero, Para decir tu salmo sobre ti me levanto Alzo la frente, pero mis pies en ti reposan Soy el tallo moreno en la espiga del canto.
Romance de barco y junco El junco de la rivera y el doble junco del agua, en el país de un estanque donde el día se mojaba, donde volaban, inversas, palomas de inversas alas.