En, de Paloma Palao | Poema

    Poema en español
    En

    En 
    la larga desolación, de que la luna 
    se tienda sobre mi corazón, aunque yo no lo quiera, 
    de que el pez 
    se agarre a mi voz, sin que yo pueda 
    mover una sola de mis intenciones, atada 
    para siempre 
    a una mesa, a la mesa 
    de un cuarto vacío; en esta larga desolación 
    me permito 
    alguna locura, de cuando en vez, 
    luna quieta, 
    que se agarra a mi ventana, que quiere 
    abrir mi corazón, mi puerta, la llaga 
    la llaga de luz que se ambiciona; la agobiante 
    asfixia 
    de entreabrir 
    esa puerta y ver a alguien, alguien 
    que no soy yo -pero que finge serlo- 
    atada a una mesa, en un cuarto vacío, 
    mientras me ponen una inyección para sobrevivir, 
    mientras la luna se pasea 
    por el fondo verde de mi corazón 

    mientras alguien, alguien que no soy yo, entreabre 
    esa puerta que da 

    una habitación, 

    un cuarto oscuro, oscuridad 
    que se niega a comprender, mientras 
    la luna 
    corre 
    por entre la oscuridad de aquel cuarto 
    vacío, 
    de aquel cuarto, entreabierto, con estantes 
    llenos de luz -llagas abiertas- que se consuman 
    en un sacrificio -que no ha sido pedido-, 
    en ese cuarto, donde alguien, 
    -que no es aquella que no soy yo-, 
    finge dolerse, de una llaga 
    que no da luz, ni se ambiciona. 

    • En 
      la larga desolación, de que la luna 
      se tienda sobre mi corazón, aunque yo no lo quiera, 
      de que el pez 
      se agarre a mi voz, sin que yo pueda 
      mover una sola de mis intenciones, atada 
      para siempre 
      a una mesa, a la mesa